El pan de muerto es un
tipo especial de pan que se prepara en México el Día de Muertos. No es un pan
de consumo cotidiano.
Tiene su origen en la
época de la Conquista, inspirado por los rituales prehispánicos y sus símbolos.
Su elaboración deriva de una época en la que los sacrificios humanos se
celebraban por parte de las culturas prehispánicas y, cuando llegaron los
españoles en 1519, observaron que, como parte de un ritual ofrecido a los
dioses, el corazón de una princesa sacrificada se depositaba en una olla con
amaranto.
Como era de esperarse,
los españoles rechazaron estas prácticas y, como parte de una de muchas formas
de imposición cultural, decidieron elaborar un pan de trigo en forma de
corazón, cubierto originalmente con azúcar de color rojo para simular la sangre
de la doncella.
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